Fuente: El Confidencial

Y cuando menos lo esperábamos… se gestó la operación del año. Facebook ha confirmado la compra del servicio de mensajería WhatsApp por 19.000 millones de dólares, de los que 16.000 se pagarían en efectivo y acciones y otros 3.000 llegarían como retribución en acciones restringidas de la red social para los directivos y miembros del staff de WhatsApp.

Según ha adelantado Bloomberg, Zuckerberg considera que «este es el primer paso para conseguir el objetivo de conectar a mil millones de personas». Se estima que Facebook tiene en torno a 1.100 millones de usuarios en todo el mundo, algo más del doble que WhatsApp, cuyas últimas cifras hablan de 450 millones de clientes. En una extrapolación, Facebook ha pagado más de 35 dólares por cada usuario activo de WhatsApp.

‘¡Sin publicidad! ¡Sin juegos! ¡Sin trucos! Brian Acton’ (TechCrunch)A tenor de las primeras reacciones, el CEO de WhatsApp Jan Koum se unirá a la junta directiva de la red social, mientras que el servicio de mensajería, por el momento, mantendrá su marca y actividad autónoma. Esta protección encaja dentro del ideario de los fundadores de WhatsApp, que hace unos meses declaraban aEl País su rechazo a convertirse en una red social o de juegos, y que no soportarían usar un servicio con tanta publicidad como Facebook.

Seguirá siendo independiente y sin publicidad

Una filosofía en la que se reafirman ahora, una vez anunciada la compra por parte de Facebook. En un post publicado en el blog de Whatsapp, Kuom ha explicado el motivo de su decisión y cómo serán las cosas para la app en el futuro: «Esto es lo que va a cambiar para vosotros, nuestros usuarios: nada».

Kuom promete que su servicio funcionará de forma autónoma e independiente, disponible a partir de la misma cifra (actualmente Whatsapp es gratuito el primer año y cuesta 72 céntimos anuales a partir del segundo), que seguirá siendo utilizable desde cualquier lugar y cualquier teléfono. Y lo más importante: no habrá anuncios que interrumpan la comunicación. «No habría habido acuerdo entre nuestras empresas si hubiésemos tenido que comprometer los principios básicos que definen nuestra compañía, nuestra visión o nuestro producto». 

En un encuentro digital celebrado ayer conjuntamente por Mark Zuckerberg y Jan Kuom, el primero también insistió en que no tiene intención de llenar Whatsapp de publicidad: «Personalmente, no creo que los anuncios sean la mejor forma de monetizar los sistemas de mensajería».

Sin embargo, estas tranquilizadoras palabras no han convencido a muchos, que tras el anuncio de la compra llenaban las redes sociales de comentarios negativos y críticas, asegurando que buscarían una nueva aplicación de mensajería con la que sustituir a Whatsapp. La oferta es variada: Line, WeChat, Viber y la recién llegada desde Rusia Telegram. Ninguna ha logrado hasta ahora hacer sombra a la californiana, pero el movimiento de Facebook puede suponer una redistribución de los usuarios.

Múltiples ‘apps’ para múltiples usos

La operación tiene sentido en la línea de actuación que mantiene Zuckerberg desde que en 2012 comprase Instagram por 1.000 millones de dólares. En los últimos tiempos se venía rumoreando que Facebook estaba realizando ofertas por Snapchat, uno de los competidores de WhatsApp con más recorrido, para ayudar la transición entre el escritorio y los dispositivos móviles.

Snapchat habría rechazado esa oferta (de 3.000 millones, que ahora palidecen ante la cifra fijada por Whatsapp), pero ahora Facebook ha conseguido un caramelo mayor.

Parece que la tendencia seguida por los de Zuckerberg está basada en la diversificación: un abanico de aplicaciones para distintos usos. Su red social ha tratado desde el principio de ser el nudo de todas las interacciones, pero el precio a pagar ha sido en ocasiones una falta de usabilidad y la preferencia de los usuarios por apps más sencillas y deferenciadas. Con Instagram entró en las redes fotográficas (y en el público adolescente), con Whatsapp tiene la mensajería.

Como señala TechCrunch, sin embargo, Facebook tiene su propia app de mensajería, Facebook Messenger, que es la más utilizada en Estados Unidos y Canadá, pero cuyo impacto en Europa y Asia es significativamente menor. El movimiento de la red social tiene en este caso un ojo puesto también en los países emergentes, donde espera aumentar su influencia en los próximos años. 

Se trata de la adquisición con mayor volumen de la historia de las tecnológicas, si excluimos las grandes operaciones de telecos a principios de siglo. 

 

 

Tres claves

Sostiene Business Insider que a Zuckerberg le fascinan tres cosas de WhatsApp. La primera, que está convencido de que la aplicación llegará a alcanzar los 1.000 millones de usuarios y que, aun si no lo hiciese, su ritmo de crecimiento es mayor que el de otros servicios populares como Gmail o Skype.

En segundo lugar, el CEO de Facebook está impresionado por la recurrencia de los usuarios de WhatsApp. Según datos del servicio de mensajería, un 70% de sus usuarios usan la aplicación todos los días, un porcentaje inédito en el sector. Solo Facebook, con un 62%, se aproxima a estas cifras.

Por último, el joven emprendedor se habría liado la manta a la cabeza tras comparar el precio de servicios como YouTube o el buscador de Google, cuya popularidad cree que alcanzará WhatsApp en el futuro.