Pew Research ha realizado un sondeo entre 2.558 expertos en internet a fin de recabar cómo será, desde su punto de vista, la World Wide Web en 2025, si es que este concepto aún permanece por aquel entonces, que está por ver. La encuesta se realizó entre finales de noviembre de 2013 y principios de enero de este año. Sus conclusiones son, a la vez, apasionantes y aterradoras. Siendo verdad que se abre ante nosotros un universo de posibilidades inimaginables hasta ahora, no es menos cierto que la privacidad y el control de nuestras vidas pueden quedar, por el camino, heridos para siempre.

Sea como fuere, una cosa está clara: de aquí a una década el paradigma que ha supuesto la red se habrá impuesto de manera definitiva: será una parte tan corriente e imprescindible de nuestro devenir cotidiano como, por ejemplo, la electricidad. Algo básico para que todo funcione, si no lo es ya.

Señoras y señores, la función va a comenzar.

Son quince las tendencias en las que los investigadores de Pew han agrupado las aportaciones de sus entrevistados, si bien son destacadas de manera transversal por casi todos ellos cuatro: 

  1. Generalización en el día a día del Internet de las Cosas gracias a la proliferación de dispositivos susceptibles de conexión. Su familiaridad convertirá lo online en aún más cotidiano de lo que ya lo es hoy. Algo defendido también por Marc Andreessen, como recogimos en este otro Valor Añadido.
  2. Notables avances en realidad aumentada, que se irá incorporando cada vez más a dispositivos portátiles o tecnologías implantables. Muchas películas de ciencia ficción verán sus predicciones futuristas convertidas en realidad.
  3. Ruptura de modos tradicionales de hacer negocios, educar, ejercer la sanidad o consumir ocio, entre otros, algo que ya señalamos aquí al referirnos a lo que está sucediendo tanto en la distribución minorista (VA,»Amazon, la plaga que arrasará el planeta», 04-02-2014) como, por ejemplo, en los concesionarios de coches (VA, «RIP: adiós a los moribundos concesionarios de coches», 27-02-2014).
  4. Monitorización de la actividad personal y social a través de la acumulación de datos de individuos y colectividades y el tratamiento adecuado de los mismos. Vean un ejemplo simple sacado del The Economist de la semana pasada: «Just the ticket», sobre etiquetas inteligentes. Ups. ¿El big data convertido en una suerte de Big Brother donde la ley de probabilidades que surge de nuestras acciones pasadas dirige de un modo inconsciente, y a través de múltiples aparatos, nuestros pasos? ¿Sólo para el bien o también para el mal? Ufff, qué miedo.

A partir de aquí, la decena y media de pronósticos son divididos en ocho positivos, seis preocupantes y uno neutral, prueba de que no hay rosa sin espinas y de que, en el proceso de consolidación del paradigma internet resulta esencial el establecimiento de mecanismos de control y de entornos regulatorios que eviten los abusos o el fraude, por más que su implantación atente, en apariencia, contra la libertad que el nuevo marco de relaciones y acceso a la información ofrece. Un elemento que Pew califica como negativo pero que, siempre que no se convierta en abuso de poder o instrumento masivo de espionaje y manipulación, resulta indispensable.

Muchas serán las repercusiones en el ámbito político, económico, cultural, tecnológico o social derivadas del proceso de adaptación de nuestra vida real al imperante entorno virtual. Algunas, que apenas han apuntado maneras –caso de las revueltas populares, las denuncias sociales, el acceso al conocimiento, la ruptura de fronteras físicas–, terminarán generalizándose. Otras, inimaginables a día de hoy, florecerán al calor del universo de oportunidades que se abre en un mundo inabarcable en el que casi todo está por inventar. Buenas y malas, seguro.

Al calor de esta reflexión, un pensamiento final: todos y cada uno de nosotros podemos decidir si nos vamos a limitar a vivir el apasionante mañana que se abre ante nuestras narices o nos ponemos, por el contrario, manos a la obra para construirlo, presentando nuestra candidatura como actores protagonistas en esta película que está por rodar. Pocas veces un cambio de este calado ha sido tan generalizado y democrático, desde tan pronto, como internet. Precisamente por eso, nadie parte desde una línea distinta de salida. Aprovéchenlo. A correr tocan.

                                                         Fuente: elconfidencial.com